Su bebé ya está en condiciones de salir a casa. Aquí encontrará algunos consejos prácticos que le facilitarán su manejo. No dude en consultar cualquier inquietud o problema que pueda surgir.
El mejor alimento para su bebé es la leche materna. A través de ella, usted le ofrece la cantidad adecuada de nutrientes, minerales, vitaminas, inmunoglobulinas, etc., que su bebé necesita para un óptimo desarrollo. Además, la lactancia fortalece los vínculos afectivos madre-hijo(a) y acelera su recuperación.
Sus senos están exactamente diseñados para amamantar a su bebé. Sin embargo, al inicio de la lactancia puede ser que experimente algunas dificultades que son siempre pasajeras: el bebé no engancha bien el pezón, hay dolor, se duerme con facilidad, etc. Las primeras 48 a 72 horas quizás sienta que el volumen de calostro no es suficiente, pero a partir del segundo o tercer día va a sentir un incremento notable en su producción. Tenga paciencia, insista y confíe plenamente en su capacidad para alimentar a su bebé.
La succión intermitente de sus senos es el mejor estímulo para que usted produzca cantidades suficientes de leche. Para garantizar una adecuada cantidad de sustrato, deberá consumir no menos de 4 litros de líquidos al día (agua, jugos de fruta, agua aromática, infusiones, etc.). No necesita tomar leche de vaca, es mejor que la evite, sobre todo al inicio, pues esto podría facilitar que su bebé presente cólicos.
Por lo general, es recomendable que desde el inicio se establezca un horario para la lactancia. Ponga a su bebé al seno más o menos cada tres horas (no antes de dos ni después de cuatro), durante 15 o 20 minutos en cada lado. Entre uno y otro, facilite la expulsión de gases, haga el cambio de pañal y estimúlelo para que termine la toma. Así, luego de que el bebé ha vaciado los dos senos, dormirá, hará su proceso digestivo, y usted tendrá tiempo para descansar y llenar sus senos para la siguiente toma.
Los recién nacidos regurgitan con cierta frecuencia al eructar, sin que esto constituya un problema. Consulte si los vómitos son recurrentes y abundantes.
Las deposiciones de su bebé van a ser inicialmente negras (como brea). Al segundo o tercer día se tornarán verdosas y algo más blandas, y para el quinto día serán amarillas doradas (como yema de huevo o mostaza) y se presentarán casi líquidas. La frecuencia puede variar desde una o dos deposiciones al día hasta una luego de cada toma (8 a 10 diarias). Esta variación es normal si su bebé come bien, no vomita y no tiene cólicos.
Procure mantener una dieta sana, rica en frutas y verduras, evitando los excesos de legumbres y grasas. Consulte con su ginecólogo la conveniencia de seguir tomando un suplemento de vitaminas y minerales.
Evite rigurosamente el alcohol, el tabaco y los medicamentos que no estén indicados.
Ustedes y su bebé van a disfrutar de su baño diario. Elija la hora en la que haya más tranquilidad, que tenga quien le ayude y una habitación o cuarto de baño abrigado. La temperatura del agua deberá estar alrededor de 37° o ser agradable al sumergir su codo en ella. Utilice un jabón suave, neutro o con bajo grado de alcalinidad. Inicie con la cabeza y la cara y termine con los glúteos y genitales. Tenga la precaución de secar bien los pliegues. No necesita luego aplicar talco ni cremas. La ropa, en lo posible, debe ser de algodón y deberá estar bien enjuagada para evitar residuos de detergente. No lo abrigue en exceso.
El cordón puede desprenderse en los siguientes 10 o 15 días. Procure mantenerlo seco y límpielo tres veces al día con alcohol antiséptico. No necesita cubrirlo ni usar ombligueros.
Evite cortarle las uñas al menos durante 2 semanas.
Usted notará que la piel se descama durante el primer mes. Este es un proceso normal de recambio y no va a requerir de lubricación, salvo en los pliegues de muñecas y tobillos si se forman grietas. Puede presentar unas lesiones rojas (ronchas) con centro pálido que aparecen y desaparecen en forma intermitente y migratoria. Esto es también un proceso normal que puede persistir hasta por una semana.
Es posible que a partir del tercer o cuarto día note una coloración amarilla de la piel (ictericia). Esto es causado por acúmulo de bilirrubina. Cuando los niveles en sangre son normales, esta coloración se limitará a la cara y a la mitad superior del tórax. Si progresa hacia abajo, consulte con su médico.
Las niñas pueden presentar para el tercer o quinto día una pequeña menstruación, que es una respuesta normal ante la suspensión del influjo hormonal que pasaba a través de la placenta.
Será necesario revisar a su bebé dentro de las primeras dos semanas para valorar su evolución, su peso, su talla, administrar las primeras vacunas y despejar posibles dudas.