Letra
B

BRONQUIOLITIS

Enfermedad que se presenta en lactantes generalmente entre los 6 meses y los 2 años, con síntomas parecidos a los del asma. El inicio de los síntomas está precedido por fiebre y catarro nasal. Luego aparece la tos con expectoración densa, la frecuencia respiratoria aumenta a más de 40 respiraciones por minuto, se puede oír un silbido durante la espiración (exhalación de aire), y el niño puede tener dificultad para respirar dando la impresión que tiene que empujar el aire hacia el exterior.

La dificultad respiratoria y los silbidos empeoran los primeros 2 ó 3 días para luego ir mejorando, aunque éstos últimos pueden persistir durante unos 7 días. La tos puede estar presente por el lapso de unas 2 semanas.

Las complicaciones de una bronquiolitis pueden ir desde una otitis media (infección del oído), hasta una neumonía bacteriana. Alrededor de un 2 a 5 por ciento de estos niños puede requerir tratamiento intra hospitalario debido a sus necesidades de oxígeno o de líquidos intravenosos.

En el largo plazo, aproximadamente un 30 por ciento de los niños que tuvieron bronquiolitis desarrollará asma. Las crisis se presentan sobre todo en el seno de familias con antecedentes de alergia y asma en otros hijos.

Causa

Los silbidos y la dificultad respiratoria son causados por inflamación y estrechamiento de la luz de los bronquiolos (las vías aéreas más pequeñas del pulmón), secundarios a una infección por virus res-

piratorios, el más frecuente virus respiratorio sincitial (VRS). En niños mayores de 2 años y en adultos, este virus puede simplemente causar un resfrío común.

Tratamiento

El manejo de los niños con bronquiolitis depende de la severidad del proceso. La mayoría tiene síntomas leves y pueden ser tratados con medidas generales en la casa. Aproximadamente un 5 por ciento de niños afectados puede requerir hospitalización en éstos casos:

1. Bebés menores de 6 meses

2. Presencia de dificultad respiratoria con frecuencias durante el sueño de 50 a 60 respiraciones x minuto.

3. Signos de baja oxigenación sanguínea (saturación < 80 por ciento, coloración azulada de la piel)

4. Presencia de apnea o pausas en las que el bebé deja de respirar

5. Intolerancia o rechazo a líquidos y alimentos (vómitos persistentes)

6. Niños con broncoespasmo (silbidos) que no ceden con el tratamiento convencional.

Las medidas generales de tratamiento incluyen:

- Administración de líquidos por vía oral para asegurar un estado de hidratación adecuado.

- La fiebre, de presentarse, se puede controlar con acetaminofén, ibuprofeno, o nimesulide (ver capítulo de fiebre).

- En algunos niños puede ser necesaria la administración de oxígeno humidificado, como parte del manejo intrahospitalario.

- El uso de broncodilatadores vía nebulización puede estar indicado en la mayoría de casos, siempre bajo supervisión y vigilancia médica.

- Los antibióticos no serán de utilidad a menos que se demuestre una infección bacteriana concomitante. n

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