Es una lesión traumática de una articulación en la que se produce una distorsión brutal con alargamiento o ruptura de los ligamentos. 

Hay un desplazamiento momentáneo de las superficies articulares a diferencia de lo que ocurre en la luxación. Los síntomas son dolor, hinchazón y una rápida tumefacción con incapacidad de realizar movimientos. 

Más frecuentemente ocurren esguinces a nivel del tobillo o de la rodilla. 

En los esguinces leves solamente se produce un alargamiento de los ligamentos y de la cápsula articular y solo se manifiestan por dolor y una leve hinchazón.  Los síntomas varían dependiendo de la gravedad del esguince.

En los graves existe una ruptura de los ligamentos, de las fibras musculares próximas y/o de la cápsula de la articulación, lo que se manifiesta por gran dolor, hinchazón importante e incluso una coloración azulada por debajo de la piel, lo que se llama equímosis y que se debe a la hemorragia producida por las rupturas antes mencionadas.

En los casos severos puede haber incluso fractura de los huesos vecinos, por ejemplo, del hueso peroné en los esguinces de tobillo.

El tratamiento en los estadios iniciales consiste en el vendaje con venda elástica

En los casos leves se puede utilizar un antiinflamatorio y la inmovilización de la articulación del tobillo o rodilla utilizando una venda elástica. (Ver en vendajes)

Consulte a su médico si aparece sobre la hinchazón una coloración azulada (equímosis) o el dolor persiste luego de 48 horas de inmovilización y analgésicos, o si existe imposibilidad de mover el pie o la pierna.

Acuda inmediatamente a urgencias cuando hay mucha deformidad de la zona afectada por el esguince y el dolor es muy intenso a la movilidad del miembro, haciendo sospechar de una fractura asociada.

‍