Letra
N

NEUMONÍA

La neumonía es una infección del pulmón que incluye los bronquiolos (que son las ramificaciones más pequeñas de los bronquios) y los alvéolos. Generalmente es causada por agentes infecciosos que invaden el pulmón y producen una reacción inflamatoria aguda, lo que a su vez determina que los espacios alveolares, normalmente insuflados con aire, se colapsen, se llenen de secreciones y disminuya la función del pulmón enfermo. Los microorganismos pueden llegar al pulmón por dos vías: a) extensión desde las vías aéreas superiores (nariz, senos paranasales), o b) por diseminación desde la sangre.

Causas

En los niños la mayor parte de neumonías tienen como origen una infección viral (virus respiratorio sincitial, adenovirus, rinovirus). En las neumonías bacterianas los gérmenes más frecuentes son: neumococo, haemophilus influenzae tipo B, estafilococo y en recién nacidos estreptococo del grupo B y listeria. En los niños mayores de 7 años es frecuente el mycoplasma pneumoniae.

Factores de riesgo

Los factores que se citan a continuación pueden aumentar en un niño el riesgo de presentar una Neumonía:

- Desnutrición

- Trastornos neurológicos que alteran los mecanismos de deglución, permitiendo que pequeñas cantidades de comida se pasen por la tráquea a los pulmones.

- Reflujo gastroesofágico (niños vomitadores)

- Trastornos de la inmunidad, defectos congénitos del aparato respiratorio, del corazón, o del tubo digestivo (esófago).

Síntomas 

Las manifestaciones de una neumonía viral son muy similares, aunque menos severas que en el caso de una neumonía bacteriana. Los síntomas más comunes son: 

- Fiebre más alta en los casos de infección bacteriana, se puede acompañar de escalofríos.

- Tos, la mayoría de los niños con neumonía consulta al médico por la tos, que se presenta durante el día y la noche y que a menudo se acompaña de flema que se deglute o se vomita.

- Dolor torácico, cuando la neumonía se localiza cerca de la superficie pulmonar los niños pueden quejarse de dolor al respirar o toser, cuando se afecta la zona inferior pueden sentir dolor abdominal que hasta puede hacer pensar que se trata de una apendicitis.

- Dificultad respiratoria: dependiendo del compromiso pulmonar los niños pueden tener sensación de fatiga (con aumento de la frecuencia respiratoria a más de 50 por minuto), están quejumbrosos, no pueden pronunciar frases de más de 5 palabras o contar del 1 al 10 sin necesidad de tomar aire, se les notan las costillas al respirar (retracciones), y pueden tener una coloración azulada en los labios y los lechos de las uñas.

- Otros: congestión y flujo nasal, irritabilidad, diarrea, pérdida del apetito, decaimiento, malestar general.

Diagnóstico

El pediatra hará el diagnóstico de neumonía ante la presencia de los síntomas descritos, apoyado en los hallazgos al examinar al niño: disminución de la entrada de aire en los pulmones, signos más sutiles de dificultad respirato ria, disminución de la oxigenación sanguínea, un examen de sangre con evidencia de infección, y una radiografía de tórax.

Tratamiento

Ya que la diferenciación entre el origen bacteriano y viral de una neumonía es difícil, la mayoría de los médicos prescribirán inicialmente un antibiótico. La edad del niño, su estado general y sus antecedentes son consideraciones importantes a la hora de elegir el más adecuado. Será también importante decidir si es mejor manejar el problema en el hospital, sobre todo si el niño está muy afectado, requiere de aportes de oxígeno, y tiene signos de insuficiencia respiratoria. En ocasiones puede requerirse incluso el ingreso en una unidad de cuidados intensivos.

Es importante saber que una neumonía puede complicarse y esto demorar la curación del niño. Pueden ser necesarias en algún momento del tratamiento tomar medidas adicionales, como cambiar los antibióticos ante la falta de respuesta, recurrir a métodos invasivos para limpiar los bronquios o, incluso, cirugía para drenar líquido acumulado entre las costillas y el pulmón, o un absceso.

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