ANALGÉSICOS
El manejo del dolor en los niños ha adquirido la importancia que tiene solamente en los últimos años. Uno de los grandes mitos relacionados con el dolor en pediatría, se basa en la errónea creencia de que el niño, sobre todo el más pequeño, por su inmadurez neurológica no percibe dolor. Esto en los últimos años ha sido desvirtuado, demostrando que todo el sistema necesario para la transmisión del dolor está ya presente en el recién nacido.
El manejo del dolor, mediante el uso de analgésicos (medicamentos que quitan el dolor), puede intentarse en un primer momento en la casa (dolor de una extremidad luego de un traumatismo, dolor de cabeza o de garganta en un niño sin fiebre, dolor de oídos, etc.). Sin embargo, es conveniente consultar antes con el médico si el niño/a por ejemplo se queja de dolor abdominal, pues al administrar un analgésico podemos enmascarar una enfermedad quirúrgica, dolor de cabeza que no cede, etc.
Los analgésicos se pueden administrar por vía oral, rectal, intramuscular, intravenosa, subcutánea, transdérmica (mediante parches aplicados a la piel), o por vías especiales como la epidural (analgésicos inyectados en el espacio que rodea la médula espinal).
A) opioides, que son derivados del opio como la morfina (de uso hospitalario y bajo vigilancia médica) o,
B) no opioides como el acetaminofén, y los antiinflamatorios como el ibuprofeno. El tiempo de inicio de su acción puede tomar en algunos casos hasta 30 minutos.
Acetaminofén: es el más empleado en el manejo del dolor leve a moderado. Es un medicamento bastante seguro, produce pocos efectos indeseables, viene en variadas presentaciones como gotas, jarabe, tabletas y supositorios, su costo es muy accesible, y su dosis tóxica es muy superior a la dosis terapéutica. Su dosis es de 10 a 20 mg./kg. de peso administrados cada 4 a 6 horas.
Ibuprofeno: medicamento que alivia el dolor y la inflamación. Bien tolerado y seguro, se presenta en jarabe y tabletas. Su dosis es de 5 a 10 mg./kg. de peso y se puede administrar cada 6 u 8 horas.
Nimesulide: se encuentra en gotas, jarabe o tabletas. Su dosis diaria es de 5 mg./kg. de peso, con la ventaja de que se administra cada 12 horas, o sea 2,5 mg./kg. de peso, dos veces al día.
Naproxen: viene en jarabe, tabletas y supositorios, se puede administrar cada 8 a 12 horas a una dosis de 10 mg./kg. por día.