CONGELAMIENTO
Es el conjunto de alteraciones locales o generales producidas por el frío, especialmente las necrosis de una parte extrema de los miembros por la exposición a bajas temperaturas.
En el congelamiento hay lesión de la estructura celular que ocurre habitualmente con temperaturas por debajo a -13ºC.
Teóricamente, la temperatura de congelamiento de la piel debería ser -1ºC, pero sus propiedades intrínsecas, con sus aceites cutáneos, brindan protección contra el congelamiento.
En general, las principales situaciones de congelamiento afectan los dedos de los pies en personas que se hallan caminando en zonas nevadas o de hielo.
Inicialmente se produce entumeciendo las extremidades más distales de los dedos de los pies. Se presentan sensaciones de piquetes o agujas sobre los dedos, éstas van aumentando el dolor hasta que luego no se sienten estas extremidades, sólo dolor.
Al examen de las extremidades los dedos están entumecidos, no es posible el movimiento y tienen una coloración pálida o amarillenta. Inicialmente no se aprecia la severidad de las lesiones.
En los casos severos la recuperación se hace parcialmente y de un color blanco pasa a un color rojo, morado y luego negro. En este caso se ha producido una necrosis o daño severo e irrecuperable de tejidos y hay que realizar la amputación de las zonas necrosadas y prevenir que una gangrena progrese y ponga en peligro la vida del paciente. Se debe acudir inmediatamente a un centro u hospital.
No siempre las lesiones son irreversibles. Depende del tiempo en que han sido sometidas a congelamiento.
Se debe realizar un calentamiento progresivo. Inicialmente se puede poner en contacto con la piel de nuestro abdomen para transmitir calor directo. En un centro de emergencia iniciar el calentamiento mediante inmersión en agua caliente progresivamente desde 37˚ hasta 40˚C.
Siempre tratar concomitantemente la hipotermia que está asociada en la mayoría de pacientes.