Letra
C

CONVULSIONES POR FIEBRE

Las convulsiones por fiebre son producidas por temperaturas elevadas mayores de 39º C, sobre todo en niños sensibles. Los niños con edad entre seis meses y cuatro años son los más propensos. La mayoría de niños que convulsionan por fiebre tienen una edad inferior a dos años. 

El promedio de temperatura a la cual ocurren es de 40º C viral aunque también hay riesgo de que sea producida por una infección bacteriana en cualquier parte del cuerpo. Cada convulsión puede durar de 1 a 10 minutos sin tratamiento. Muchos de los niños (60 por ciento) pueden tener en su vida sólo una convulsión por fiebre. 

El otro 40 por ciento puede tener unas 2 o 3 convulsiones y generalmente ya no vuelven a ocurrir luego de los 4 a 6 años. No producen daño a nivel cerebral, es por esto que se las conoce con el nombre de convulsiones benignas.

Primeros auxilios

1. Baje la fiebre: se debe bajar la temperatura lo más rápido posible, esto disminuirá el tiempo de las convulsiones. Se deberá retirar toda la ropa y sumergir al niño en una tina de agua tibia a unos 20º C. Una vez terminada la convulsión inicie el tratamiento con acetaminofén a la dosis de 10 mg/kg. es decir un niño de 10 kg. necesitará 1 gotero de acetaminofén, también son efectivos los supositorios con acetaminofén a igual dosis o antiinflamatorios en gotas a dosis de una gota por kilo de peso, es decir con 10 kilos, el niño deberá recibir 10 gotas.

2. Proteja la vía aérea de su niño: limpie en primer lugar la boca, tenga cuidado de una mordedura en sus dedos. Ponga la cabeza de su hijo de lado con el fin de que no se trague secreciones o si vomita no aspire, ya que el vómito puede ir a su pulmón y producir una enfermedad muy seria conocida como “neumonía por aspiración”. Si la respiración de su niño se vuelve ruidosa o el niño no tiene buen color, haga una tracción de la mandíbula hacia delante, vea reanimación cardio-pulmonar.

3. Errores en el primer auxilio: no trate de detener los movimientos de su hijo durante la convulsión. Una vez iniciada la convulsión haga lo que haga no va a detenerla. No introduzca nada dentro de la boca de su hijo ya que podría atorarse.

Prevención de las convulsiones febriles

La única forma de prevenir efectivamente las convulsiones de su hijo es que el niño reciba medicamentos anticonvulsivos hasta los 4 años de edad. Sin embargo también algunos neurólogos aconsejan el uso de medicación anticonvulsiva únicamente durante los episodios de fiebre. Nosotros consideramos peligroso el uso de ciertos anticonvulsivos durante los episodios de fiebre ya que pueden causar depresión respiratoria, por lo tanto es importante que converse adecuadamente con su médico. Además si su hijo ya tuvo una convulsión por fiebre tiene el riesgo de que ésta vuelva a ocurrir, por lo tanto es importante que usted esté preparado. 

Trate de controlar efectivamente cualquier episodio de fiebre de su hijo, para ello deberá mantener un plan escrito por su médico de medicamentos para la fiebre. Si su hijo inicia un episodio de fiebre o infección por virus deberá iniciar la medicación sin pararla hasta que la infección haya cedido. 

Es importante además usar medios físicos para bajar la temperatura, por lo tanto si su niño tiene fiebre superior a 38,5º C, póngalo inmediatamente en la bañera con agua tibia.

Llame a su médico si

1. Las convulsiones no ceden.

2. La fiebre persiste a pesar de la medicación.

3. El niño delira por la fiebre.

4. El niño no reacciona, no se despierta.

5. El cuello del niño está rígido o vomita.

6. El color del niño no mejora y se encuentra pálido o peor aún morado.

34. CRUP 

(Laringotraqueítis)

Cuadro clínico

1. Presencia de una tos con estridor muy característica, que sale del pecho, metálica, que se describe como parecida al ladrido de una foca, y que empeora por las noches.

2. La voz se torna ronca (disfonía).

3. Se escucha un sonido vibratorio y áspero, conocido como gallo o estridor, cuando el niño inspira (lleva o mete aire a sus pulmones).

4. Este estridor usualmente se presenta sólo cuando el niño llora o tose,  pero cuando el cuadro se agrava éste puede estar presente incluso cuando el niño duerme o permanece relajado. 

5. La inspiración en ocasiones se vuelve dificultosa.

6. El niño por lo general tendrá una fiebre moderada, y pueden haber signos de catarro.

Causas

La laringitis es un cuadro de inflamación con hinchazón de la laringe (parte de las vías respiratorias altas que está después de la faringe) y las cuerdas vocales. Generalmente es parte de un cuadro gripal provocado por virus del tipo parainfluenza 1 y 2 e influenza A y B, o adenovirus. Es más frecuente en varones entre los tres meses y los tres años y puede ser un cuadro recurrente.

La ronquera se debe a la hinchazón de las cuerdas vocales, y el estridor a un estrechamiento del espacio que hay entre ellas.

Tratamiento

Controlar la fiebre (ver capítulo), y mantener un estado de hidratación adecuado ofreciendo líquidos frescos con frecuencia.

Ante cualquier signo de empeoramiento, como incremento del esfuerzo para respirar, aumento de la frecuencia respiratoria, disminución del estado de conciencia, coloración azulada de labios o lechos de las uñas, acudir inmediatamente a un centro hospitalario.

Si el niño está estable encontrará alivio al respirar en un ambiente húmedo, mejor si es aire frío (el aire fresco de la ventana es una buena opción).

Las nebulizaciones con suero salino más adrenalina, administradas por un terapista respiratorio son el tratamiento de elección.

En algunos casos la administración de dexametasona (un derivado de la cortisona con alto poder antiinflamatorio) puede ser necesaria para mejorar la evolución del cuadro. Deberá ser siempre indicada por el médico.

No se aconseja utilizar antibióticos, jarabes para la tos, ni descongestionantes.

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