HERIDAS
Las heridas son lesiones abiertas de la piel o de las mucosas debidas a un traumatismo. Tiene mucho riesgo de infectarse por lo que se debe prevenir y curar en función del estado local de la herida y de sus causas.
Generalmente requieren de un lavado abundante con solución salina o agua oxigenada; de una desinfección con antisépticos locales y sobre todo de una buena exploración quirúrgica bajo anestesia general para buscar daños en los nervios, en los vasos sanguíneos o en los tendones; para extraer cuerpos extraños que hayan producido el corte o que se hayan incrustado en el accidente (vidrios, espinos, etc.) y para reconstruir la herida.
Limítese a inmovilizar la zona y a ejercer una presión sostenida y continua sobre la herida mientras transfiere al herido a la emergencia o a la espera de la ambulancia.
En caso de que la herida contenga mucha arena, tierra o suciedades, trate de lavar con abundante agua y jabón. No lo haga si observa una hemorragia muy intensa. En esos casos limpie lo que más pueda, con un trapo o gasa y si tiene a la mano aplique un antiséptico local no irritante sobre la gasa con la que va a realizar la compresión. No utilice torniquetes para controlar el sangrado. En todo los casos Prevenir el Tétanos. Verificar si se encuentra al día en su vacunación antitetánica.
La muerte de los tejidos se produce en las heridas en que se ha seccionado el riego sanguíneo a una zona de tejidos. Se las reconoce por la coloración azulada a negruzca en que se tornan. Con el tiempo si no se ha realizado una extracción de los tejidos muertos y un lavado abundante y desinfección bajo anestesia, hay fácilmente un crecimiento de bacterias patógenas que pueden llevar a la gangrena de los tejidos y a sus consecuencias sobre el estado general de la persona.
Es decir que se tornan con sus bordes rojos, están calientes, hay dolor intenso y hasta puede haber secreción de pus o de mal olor es importante que lleve a esta persona a una emergencia y haga llamar a su médico cirujano de confianza. En estas condiciones sus médicos deberán:
- Tomar muestras de la secreción de la herida para cultivo y antibiograma.
- Iniciar un antibiótico guiado por las probabilidades y características de la infección.
- Lavar abundantemente y luego desinfectar con un antiséptico local. Estas curaciones deberán estar vigiladas por su cirujano periódicamente sobre todo al inicio.
Muchas heridas infectadas producen una diseminación de la infección ya sea alrededor de la herida (Local) o en zonas contiguas a la herida (Regional). Esto ocurre a través de vasos linfáticos que al inflamarse producen una linfangitis que se manifiesta por manchas finas, dolorosas que desembocan en los ganglios linfáticos. A este nivel también se produce una inflamación denominada adenopatía infecciosa o adenitis infecciosa.
Los ganglios linfáticos son las últimas barreras de contención de la infección hacia la sangre. Si esto ocurre la persona ha adquirido una diseminación llamada "sistémica" que se traduce generalmente por fiebre, alteración del estado general, decaimiento malestar, y que lleva progresivamente a una sepsis o infección generalizada que puede resultar mortal.
Es mandatorio a más de lo expuesto en las heridas infectadas, realizar cultivos de la sangre y a consideración del médico una hospitalización.