INCONTINENCIA URINARIA
La incontinencia urinaria es la emisión involuntaria de orina cuyo acto está sometido normalmente a la voluntad y se lo llama micción.
Normalmente la incontinencia es adquirida y es secundaria a un traumatismo de la médula que produce la parálisis de los esfínteres o músculos que controlan la micción.
Es una forma de incontinencia y es la incapacidad para el control de la orina y su emisión coordinada en un medio social.
La enuresis es primaria cuando el niño nunca ha tenido un período de sequedad y nunca ha tenido un período de control de la orina, pese a intentos infructuosos de enseñanza.
La enuresis secundaria es la incapacidad de controlar la orina que se presenta luego de que el niño ya adquirió la capacidad para controlar sus esfínteres.
La enuresis secundaria generalmente está asociada a infecciones urinarias, a anomalías del aparato génito urinario, a problemas neurológicos o a situaciones de alteración psicológica en el niño.
Se llama enuresis nocturna cuando el niño se orina mientras duerme.
Es un problema muy común que afecta un 40 por ciento de niños de hasta 3 años, 10 por ciento hasta los 6 años y un 3 por ciento en los niños de hasta 12 años.
La enuresis diurna ocurre cuando el niño está despierto y generalmente se asocia a enuresis nocturna. Un aspecto importante del tipo de enuresis diurna es que ocurre cuando el paciente se encuentra despierto y debería tener un control consciente de sus esfínteres.
La enuresis de estrés usualmente consiste en pequeños goteos de orina mientras se tose o se ríe. Esta incontinencia es frecuente en mujeres adultas sobre todo en aquellas con un número alto de partos, en donde la caída de la vejiga hacia la vagina hace que se pierda el control del esfínter urinario al mínimo esfuerzo.
Normalmente, un buen control de esfínteres se adquiere entre los 2 a 4 años de edad. Frecuentemente luego de esta edad, los niños mantienen ocasionalmente una enuresis nocturna. Esto ocurre unas 2 a 3 veces por semana al inicio, pero posteriormente disminuye conforme el niño crece hasta los 5 a 6 años de edad.
La mayoría de las veces es mejor manejar esta enuresis nocturna, esporádica como algo natural sin importancia.
No se debe castigar al niño ni tampoco colocar pañales al dormir. Esta micción espontánea ocurre debido a que la vejiga del niño no es lo suficientemente grande para contener un volumen alto de orina, sobre todo si los niños han tomado grandes cantidades de agua o múltiples biberones antes de dormir.
Muchos de estos niños no han desarrollado adecuadamente una habilidad para despertarse, en respuesta a una vejiga que se encuentra repleta de orina.
La enuresis nocturna afecta a 1 de cada 10 niños por sobre los 5 años de edad.
La mayoría de estos niños tienen antecedentes de historia familiar de enuresis en sus padres. De hecho, si ambos padres fueron enuréticos, el 77 por ciento de sus niños lo serán; si solo uno de ellos lo fue, 44 por ciento de niños lo tendrá y si ningún padre fue enurético el porcentaje de posibilidades de presentar enuresis es el 15 por ciento.
Las razones no están completamente establecidas.
La enuresis nocturna se debe posiblemente a un retardo en la maduración. Los niños tienen más frecuentemente crisis de enuresis nocturnas que las niñas. En la enuresis nocturna el 85 por ciento presenta una inestabilidad de contracción del esfínter que regula la salida de la orina y presentan una capacidad urinaria más pequeña que la normal.
Cuando la enuresis ocurre tanto en el día como en la noche, usualmente indica un problema de la vejiga o del riñón. Se debe considerar una infección del tracto urinario, anormalidades de la estructura urinaria, inmadurez y mala coordinación de los esfínteres de la orina.
Enseñe a su niño a usar la vasenilla
Mantenga a sus niños sin pantalones y esté muy pendiente de cambios en su actitud. Mantenga permanentemente el contacto con ellos y repítales muchas veces lo que usted busca de ellos; es decir que sientan el deseo de orinar y que lo asocien con un acto voluntario de micción en la vasenilla o el excusado.
Cuando su niño comienza el entrenamiento para adquirir la continencia urinaria es seguro que habrá algunos accidentes. Por lo tanto no hay razón para preocuparse de que esté mojado por lo menos 6 meses a 1 año luego de adquirir un entre namiento exitoso. Estos episodios de enuresis van a disminuir progresivamente sobre todo luego de los 6 años en donde los accidentes durante el día serán nulos y tal vez algunos solamente por la noche.
1. Su niño se orina o está mojado en sus pantalones, en su cama o en su pijama incluso luego de que el niño va regularmente al baño para orinar.
2. Existe una secreción inusual en la orina o antes o después de orinar se presentan manchas en el calzoncillo o calzonario de sus niñas.
3. Hay dolor o dificultad para orinar.
4. Su niño bebe mucha cantidad de agua.
5. La enuresis se acompaña de una orina muy turbia, rosada o con pintas de sangre.
6. Se acompaña de un brote alérgico y /o de irritación en la zona genital y del periné.
7. Su niño persiste mojado tanto en el día como en la noche.
El orinarse ocasionalmente tanto en el día como en la noche, luego de la risa, tos, pujo o debido a que está ocupado jugando es normal hasta los 6 años de edad y no se debería tener ningún tipo de preocupación.
Medidas caseras que tienden a evitar la enuresis en el día luego del entrenamiento para control de esfínteres: Trate de coordinar este plan con su pediatra.
- Evite la irritación de la piel en el área genital.
- No use detergentes muy fuertes en el lavado de las prendas íntimas de su niño.
- No use jabones o productos que se introducen en su baño de tina.
- Utilice jabones suaves en el baño y aplique vaselina o pomadas con óxido de zinc.
- Elimine las dietas que den excesos de orina o que produzcan irritación.
- Evite los biberones en niños mayores.
- Evite bebidas gaseosas.
- Evite bebidas que contengan cafeína.
- Establezca horarios determinados de micción.
- Inicialmente cada 4horas luego ir espaciando.
- Al despertarse, antes de ir al colegio.
- En el primer recreo, a la salida de clases, etc.
- Prevenga el estreñimiento.
- Dieta con fibras. Deposiciones regulares, etc.
- Trate de aumentar la capacidad de la vejiga.
- Explique a su niño cómo de sostener un poquito la orina más de lo habitual antes de cada micción. Y luego, trate de que su niño se esfuerce para expulsar toda la orina.
- Mida la cantidad de orina en onzas. La cantidad promedio es de 1 onza y más por cada año de edad. Un niño de 6 años debe tener al menos 6 onzas de orina para contener la micción durante toda la noche.
- Explique el problema a su niño, enfatizando que usted comprende que no es su culpa.
- No le permita que tome grandes cantidades de agua, bebidas o biberones después de las 7 de la noche y peor antes de dormir.
- Forzarlo a que acuda a orinar en el baño inmediatamente antes de dormir.
- Despertarlo a que acuda nuevamente a orinar en el baño antes de que usted se vaya a dormir, a eso de la media noche. En niños escolares se puede dejar una alarma en un reloj para que lo despierte 4 horas luego de acostarse.
Utilice una agenda en la que se marquen las "noches y/o días secos" con un sol sonriente y las "noches y/o días mojados" con una nube triste y con lluvia así usted y su niño podrán darse cuenta fácilmente de una mejoría o planificar y discutir nuevas tácticas por una recaída.
Recompense siempre por las "noches secas" pero nunca lo castigue si ha habido enuresis.
Si su niño persiste con las enuresis pese al plan antes expuesto existen en el mercado "alarmas de orina" que suenan inmediatamente tan pronto su niño inicia una micción. Estas alarmas se activan automáticamente con la orina y despiertan al niño para que acuda al baño y complete su micción. Este método es exitoso en un 50 a 75 por ciento de los casos, pero tiene el gran inconveniente de ser caro.
Si no logra mantener un control de la orina, es recomendable acudir nuevamente a su médico para discutir la posibilidad de un tratamiento con medicamentos y /o apoyo psicológico.