MORTALIDAD INFANTIL

Cada día mueren sobre el planeta entre 30.000 a 40.000 niños, la mayoría de ellos debido a desnutrición. Esto significa que cada año ocurren en el mundo entre 12 y 14 millones de muertes infantiles.
Además cada año fallecen en el mundo 3,4 millones de recién nacidos durante la primera semana de vida.
La muerte de estos niños ocurre debida a las malas condiciones de salud de la población general, e insuficientes cuidados de salud durante el embarazo y el parto.
La mortalidad de recién nacidos en nuestro país es de 45 por mil recién nacidos vivos, es decir unas cinco a diez veces más que en países desarrollados como Suecia, Italia o España.
Dentro de los derechos de todo niño se encuentra el derecho a la vida, a la supervivencia y a la salud. Las causas más importantes de muerte y enfermedad en nuestro país dependen del espiral de pobreza, del aumento de la población y de la disminución de los recursos medioambientales, lo que determina que enfermedades diarreicas agudas, tos ferina, sarampión y tétanos produzcan una elevada mortalidad.
Los estudios y datos mencionados revelan la elevada incidencia de muertes prevenibles en nuestro país y que se compara con la de países en desarrollo en todo el mundo. Existe un elevado índice de malnutrición en la población infantil y que en muchos casos puede originarse desde el embarazo, por mala alimentación materna.
Los factores de elevada mortalidad en niños son múltiples y complejos. La pobreza, ignorancia, detrimento del medio ambiente y falta de políticas de protección a niños y madres inciden directamente.
Se deberá instituir políticas más claras de protección a la niñez, mejorar las condiciones sanitarias, vacunación de los niños, instalación de agua potable en todas las poblaciones rurales y urbanas del país, control y seguimiento adecuado del embarazo y del recién nacido, evaluación nutricional de las diversas poblaciones, y educación comunitaria.