Letra
O

OTITIS MEDIA AGUDA

La otitis media es una infección de la cavidad del oído medio que se presenta sobre todo en niños sanos entre los 4 meses y los 2 años de edad; es más frecuente en varones y en grupos especiales de riesgo como son los niños alérgicos, pacientes con defectos del paladar (labio leporino y paladar hendido), niños con síndrome de Down, fibrosis quística y reflujo gastroesofágico. La incidencia es más alta  durante los meses fríos.

Causa

Entre las bacterias que con más frecuencia provocan otitis media están: neumococos, hemophilus influenzae, branhamella catarrhalis, y estreptococos. 

Contrariamente a lo que se cree, la infección del oído medio nada tiene que ver con la entrada de agua al conducto del oído, como ocurre durante el baño de tina de un bebé, o la inmersión en piscinas de los niños mayores.

El oído medio, como se puede ver en el gráfico, es una cavidad cerrada ubicada en uno de los huesos del cráneo, el peñasco del temporal, en donde se encuentra la cadena de huesecillos y de la cual una de sus paredes es la membrana del tímpano. Su única comunicación con el exterior es un tubo llamado trompa de Eustaquio que se abre hacia la orofaringe y, a través de la cual, esta cavidad cerrada del oído medio se ventila.

Las bacterias ganan acceso al oído medio cuando la permeabilidad normal de la trompa de Eustaquio se ve comprometida, ya sea por una infección local, una rinitis con obstrucción nasal crónica, sinusitis, una faringitis, en el transcurso de una gripe, o por unas adenoides excesivamente grandes. 

El aire que se queda atrapado en el oído medio es reabsorbido, creando una presión negativa en la cavidad, lo cual permite un reflujo de contenido faríngeo con bacterias hacia ella. Estas bacterias se siembran en la mucosa, ésta se inflama y produce un líquido inicialmente seroso y luego purulento que se acumula en el oído medio. Como este líquido no tiene hacia dónde fluir, empuja el tímpano hacia fuera provocando dolor intenso, si la presión es alta puede incluso llegar a perforar esta membrana, y es cuando se puede ver la salida de líquido purulento por el conducto del oído.

Síntomas

Los niños con una infección del oído medio suelen estar con fiebre, irritables, y a menudo están tocandose su oreja. Pueden tener vómito, diarrea, mareo, una fontanela abombada, conjuntivitis, zumbidos en los oídos y supuración, lo cual se asocia con la desaparición del dolor al cesar la tensión sobre el tímpano. El pediatra al examen encontrará un tímpano muy enrojecido, con pérdida de su brillo normal, abombado y con disminución de su movilidad.

Tratamiento

Deberá encaminarse a aliviar los síntomas molestos como el dolor y la fiebre, y a controlar la infección:

- La aplicación de calor seco detrás de la oreja ofrece un efectivo alivio al dolor, más aún si se asocia a algún analgésico como acetaminofén o ibuprofeno (ver capítulo de analgésicos)

- La administración de acetaminofén además de controlar el dolor ayudará a controlar la fiebre, por tanto es aconsejable su administración cada cuatro a seis horas.

- Puede administrarse gotas con anestésico local siempre y cuando no haya supuración.

- Deberá cuidarse que la nariz esté libre de secreciones, mediante un lavado frecuente con gotas de suero fisiológico.

- La administración de descongestionantes nasales no tiene por sí sola ninguna indicación.

- La elección del tratamiento antibiótico se lo hará  en la mayoría de casos sin conocer con certeza el agente causante, el cual deberá sospecharse según la edad del paciente y la frecuencia de esta infección. Suelen ser efectivos la amoxicilina, las cefalosporinas de segunda generación, eritromicina más sulfa, claritromicina o asociaciones de ampi/amoxicilina más ácido clavulánico o sulbactam. Las dosis y su frecuencia deberán ser siempre indicadas por el pediatra. Otra opción es el empleo de antibióticos que se administran una vez al día.

- La recurrencia de la otitis media requiere una valoración y seguimiento estrechos por parte del especialista, ya que pueden determinar disminución o pérdida de la audición, derrame crónico, e infección del hueso.

Otitis externa

Es la infección del conducto auditivo externo (ver gráfico), generalmente causado por estafilococo o pseudomona. Se presenta con frecuencia en niños que han estado en piscinas o en el mar durante largas horas. Produce un dolor exquisito al apenas manipular las estructuras de la oreja, el conducto está muy enrojecido e hinchado, y el tímpano se ve normal. Pueden presentarse complicaciones como la formación de abscesos y celulitis.

El tratamiento consiste en aliviar el dolor (ver analgésicos), y controlar la infección con antibióticos. Las complicaciones, como la formación de abscesos, requieren atención especializada.

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